martes

ALWAYS

Se vuelven a la mente recuerdos de lejos, de lugares, de momentos, de sensaciones extrañas que no parar de gritar imaginando como serían las cosas si volviéramos el tiempo. He pensado en que tal vez no te quiera, he pensado en que podría ser el estado catastrófico de un capricho que quiere remediar circunstancias, he pensado en todo y un poco más y he concluido en parte que, tal vez lo único que quiera sea tu sonrisa, tu pelo, tu mirada y tu locura volviéndome loco.
Pero también He pensado en ti como si no fueras como yo, como si fueras un sueño enredado de esos que te despiertan en la madrugada pero que al amanecer no logras recordar de esos sueños que te hacen respirar rápido muy rápido. A veces también he pensado que tu mente ha llegado a decir frases tan solidas tal vez demasiado civilizadas para el gusto, frases como que: “no te he querido”. Y sé que soy en ella como un pensamiento vano, inútil e insulso en el que no tiene sentido volver a pensar, recordar o gritar. A veces también he creído pensando, creído que solo con gritar podré volverte pero en mi mente hay una parte la que existe verdaderamente y me da un tiempo soñando antes de volver a su existencia.
He querido tanto escribir por ti, comparar la fuerza de esto que siento cuando te veo con lo que las ideas me han dado pero es innecesario e inútil describirlo porque no hay específicamente ni una palabra que se encuentra escrita para eso y ahora pensarás en la trivialidad de estas palabras y por un espacio de tu espacio esto pasará a un olvido, pues ese, es el común de la gente civilizada no volver si no olvidar y mientras tanto esperaré que algún día tus brazos se doblen, se desgasten y pueda volver a tomarlos.
Pero a pesar de todo estas lejana, lejana de aquí hasta algún lugar al que solo miro humillado y con la cabeza abajo, un lugar que comparo con el sol cuando se deja caer por atrás de la inmensidad del mar, un lugar en el que solo puedes callar, un lugar al que no puedo llegar ni reconstruyendo el sentido de la realidad, un lugar que no podría abrir pues es solo tuyo.
He pensado mucho en el tiempo que he pensado y en el tiempo que le tengo que dedicar a dejar de pensar y por el contrario tener la certeza de mi culpabilidad que solo me llevaría a un camino, el de no encontrarte más pero hay algo que quiero que sepas y es solo eso, que lo sepas: Cuando te tengo demasiado cerca mis palabras se esconden, se guardan como si temieran tu presencia, como si les produjeras arrepentimiento, porque definitivamente ellas comprenden que no tienen la capacidad suficiente para remediar.
Estoy seguro que nada de lo que sueñe o ansíe sea tan fuerte para que algún recuerdo vuelva y diga que está seguro de quedarse; los espante, los golpee y maltrate tan fuerte que tal vez curándolos sigan sangrando y a lo mejor ni siquiera existan ya.

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